¿Que qué es el encolante? Pues muy sencillo: un sustituto del huevo para hacer empanados. Yastá.
¿Y por qué sustituir el huevo si este cumple con su función? Pues porque nos gusta tener el control de todo lo que hacemos en la cocina. Usando encolante podemos variar las proporciones de los ingredientes de este y así conseguir el empanado que queramos: más o menos grueso y más o menos crujiente. Además de poder comer empanados más que decentes si tenemos problemas con el huevo, porque los alérgicos al huevo también tienen derecho a comer croquetas.
Ingredientes.
- 125 gramos de harina de todo uso.
- 10 gramos de maizena (o cualquier otra harina fina de maíz, que son lo mismo y mucho más baratas que la maizena).
- 2 gramos de bicarbonato sódico.
- 250 gramos de agua.
- Una pizca de sal.
Estas son las cantidades básicas del encolante, pero, como dije antes, podemos modificarlas para adecuarlas a nuestro gusto, porque si añadimos más harina fina de maíz, el empanado se quedará más duro y será más crujiente, y si reducimos o aumentamos la cantidad de agua, el empanado será más o menos grueso.
Para empanar croquetas, por ejemplo, quedará un empanado fino y crujiente, pero si se van a congelar, es preferible subir la cantidad de agua (a 300 gramos) y dar un segundo empanado para que no se deshagan a la hora de descongelar y freír. Es cuestión de ir probando.
Elaboración.
Para preparar encolante hay que ser muy preciso y seguir los pasos de forma estricta para que no tengamos un auténtico desastre como resultado de una mala elaboración de este. Repito: hay que seguir los pasos EXACTAMENTE.
Ahora que estáis advertidos, procedo a detallar el proceso:
Lo pones todo en un vaso de batidora y le das caña con esta hasta que no tengas grumos.
Eso es todo, ahora toca hacer pruebas.